La capacidad para resolver problemas matemáticos se ha considerado la expresión más clara de nuestra propia sabiduría. El tiempo que lleva detectar una serie de patrones matemáticos, resolver operaciones de cálculo mental o responder ejercicios geométricos que se midieron previamente. Hoy en día, esta capacidad sigue siendo muy importante a la hora de evaluar las capacidades cognitivas humanas, pero nuestro concepto de lo que es (o puede ser) la inteligencia se ha vuelto más amplio.
Este tipo de inteligencia, identificada por Howard Gardner como una de las ocho inteligencias múltiples se puede definir como nuestra capacidad para realizar razonamientos formales, resolver problemas relacionados con los números y las relaciones que se pueden establecer entre ellos, y seguir reglas lógicas de pensamiento.
En la inteligencia lógica matemática, las matemáticas y la lógica van de la mano, porque pensar en ambos necesita seguir las reglas del sistema formal, pero no hay contenido: uno más uno es igual a dos, no importa lo que sea, es como algo imposible Lo mismo funciona. En definitiva, tener la capacidad de tener más o menos inteligencia lógica y matemática nos permite reconocer y predecir la relación causal que se da entre las cosas (si sumo 3 unidades a estas 5 unidades, obtendré 8 unidades , Porque los he agregado, etc.).
La influencia antes mencionada en nuestra forma de pensar y actuar es obvia. Con la ayuda de esta inteligencia, podemos pensar de forma más o menos coherente y detectar lógicamente la regularidad de la relación entre las cosas y el razonamiento.
Se puede decir que además de ver las cosas de una manera única y usar el lenguaje a nuestra manera para definir lo que sucede en el mundo, la inteligencia matemática lógica también nos permite aceptar reglas lógicas para que nuestro pensamiento pueda conectarse con otras personas.
Es importante señalar que este tipo de inteligencia no explica directamente nuestra forma de pensar, ni explica directamente nuestro uso del lenguaje o la interpretación de nuestra propia realidad. Estos factores dependen en gran medida de nuestra ideología y del uso del lenguaje característico.
La inteligencia matemática lógica no nos ayuda a cuestionarnos si agregar los tipos de unidades que deben agregarse, por ejemplo, así como la lógica no puede decirnos qué aspecto del problema debe priorizarse y resolverse o cuál es nuestro objetivo. Sin embargo, una vez determinadas ciertas especificaciones, el resto se puede evaluar como inteligencia matemática lógica.
¿Cómo mejorar la inteligencia lógica y matemática?
Debes haberlo adivinado, porque es casi obvio: ante tareas que te obligan a utilizar este tipo de inteligencia. Al principio, esto puede resultar muy engorroso para algunas personas, pero el progreso que se puede lograr es asombroso y muy útil para la vida diaria, especialmente la vida relacionada con las matemáticas mentales.
Una de las claves: el pensamiento lógico
En cuanto a la parte del pensamiento lógico, puede que al principio te resulte más interesante, porque la mejor forma de desarrollarla es dialogar y discutir a través del debate, y tener cuidado de no caer en falacias.
Por ejemplo, cualquier noche en un bar o cena navideña en familia, esto es algo muy típico, pero se puede extender a muchos otros momentos de la vida. Para dominar la lógica, puede elegir libros relacionados con la lógica y las falacias lógicas.