Un día en un Centro de Acogida en tiempos de COVID-19 ( 2º )

Finalizan la comida con un sonrisa en los labios, algo que es natural en la mayoría de todos ellos

Son las 13,00 horas, es la hora de la comida, bajo al comedor y observo, pijamas, zapatillas de andar por casa, pelos enredados, caras de sueño y sonrisas, muchas sonrisas. Una vez finalizada la comida, se crea un silencio en todo el centro. Descanso, tranquilidad. Subo de nuevo a mi despacho, es el turno de ordenador y papeleos, fichas, listados, correos, búsqueda de recursos…. Mientras todos duermen la siesta.

Es la hora de ver una película en la primera planta, lo comunico a todos por el grupo de whatsapp. Hoy disfrutamos de “Bohemian Rapsody” en versión original. Aunque tenemos que ser pocos. Solo cinco en cada sesión y bien distanciados, no han faltado las risas,las canciones y el humor.

Que rato más bueno hemos pasado!. Durante unas horas nos hemos olvidado de temores, coronavirus, desgracias, solo había calma y las tempestades interiores habían desaparecido. Hemos pasado casi toda la tarde en el cine, disfrutando de filetes de pollo y cerdo.

A la hora de la cena, se incorporan varias señoras con rasgos latinoamericanos, son peruanas y colombianas, que lograron llegar a la madre patria, y su forma de demostrar su agradecimiento por su acogida, se desplazan a diario a una empresa que se ha reconvertidoe en fabricante de material sanitario, para aportar su granito de arena a la lucha contra la pandemia.

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Si algo ha demostrado esta pandemia es que la solidaridad no entiende de fronteras. Por este motivo, CEAR ha decidido compartir todas estas historias humanas  que se dan en sus espacios de acogida a través de este diario de refugio en tiempos de coronavirus, que se irá actualizando con las últimas noticias en este mismo nivel y en redes sociales para comprender y entender otra cara de esta pandemia.