El autor Manuel Pimentel, nos sumerge en una obra de intriga y los experimentos de la biotecnología
Los medios de comunicación del país en pleno, dieron cobertura a la noticia del descubrimiento de restos de homínidos en la cueva de Peña Laja, ya que su estudio es crucial para la cadena evolutiva. Ajenos al revuelo periodístico, los dos paleontólogos que los hallaron, descubren que el santuario ha sido profanado.
En Córdoba, la madre de una niña, que le han diagnosticado leucemia, contacta con un equipo de científicos que desde Las Bahamas le ofrecen esperanzas de vida. gracias a la ingeniería genética.
Al mismo tiempo la conocida periodista María Navarro y el inspector de policía Javier Santamaría persiguen ambos el mismo objetivo: desentrañar el enigma de Peña Laja. Para lograrlo tendrán que superar por el camino a intereses corporativos multinacionales, jugadas mediáticas y zancadillas por alcanzar la gloria.
De esta forma se teje la trama de una novela de fácil lectura de misterio e intriga, que además aporta una contribución digna de mencionar a la divulgación científica y al debate sobre la propiedad de los genes, los estudios y experimentos de la biotecnología y las interioridades del proyecto Genoma Humano.
El autor nos traslada a un tema de actualidad en la primera década del siglo XXI, como es la tecnología genética, por ello insiste en que no se trata de una novela de ciencia ficción, si no de algo que está sucediendo. Para escribir el libro Manuel Pimentel se ha documentado exhaustivamente sobre todo lo relacionado con la genética, clonación, biotecnología y sobre todo con el proyecto Genoma Humano.
Para imbricar en una novela prehistoria con los avances y estudios científicos, se propuso escribir una novela de misterio con un argumento híbrido con la trama de intriga de cazadores de ADN y los descubrimientos de los paleontólogos.