En época de cambios surgen retos que si sabemos aprovechar se pueden convertir en auténticas oportunidades
Tenemos el convencimiento de que montar una empresa es una ardua tarea, sobre todo en tiempos de crisis como la que padecemos en la actualidad. Sin embargo no tiene que ser asÃ, es más, las dificultades pueden llegar a convertirse en oportunidades.
Ejemplos de empresas que nacieron o crecieron en la crisis de 2008 como WhatsApp, Instagram, Cabify, Wallapop, Pepephone o ElTenedor. Entonces fue una crisis financiera, mientras que ahora vivimos una crisis sanitaria que ha derivado en una crisis social y económica. Pero todas provocan cambios en la sociedad que se ven reforzados con la transformación tecnológica.
Ante la intención de emprender, lo primero que se debe realizar es el análisis de la situación para determinar en que sectores existe mayor cantidad de oportunidades. Actualmente la crisis del coronavirus ha reformulado la forma de relacionarnos, tanto a nivel personal como profesional, y como consumidores, ha acelerado un cambio de hábitos a favor de las plataformas en Streaming y las compras online.
Cuando un proyecto ve la luz ya indica que tiene el apoyo de personas que apuestan por él y que están dispuestas a que progrese. Pero para que tenga éxito es necesario implementar un modelo de escala para las distintas etapas de crecimiento. Es fundamental el análisis continuo de la competencia y evaluar sus aciertos y errores, para aprender de ellos.
Esto es estar permanentemente en evolución, a pesar de que signifique que la rentabilidad real no se produzca hasta un horizonte temporal a medio plazo. El principal desafÃo al que se han enfrentado la mayor parte de startups ha sido la gestión de tesoreria, que en un elevado número de casos deben tomar decisiones drásticas de contención de costes. Por este motivo a la hora de emprender es fundamental garantizar una caja con suficiente liquidez para sobrevivir, al menos el primer año.