La star-up con el respaldo de la italiana Intesa, impulsa el inter茅s por contar con un seguro con las mejores coberturas personalizadas
Si hay un sector que ha sufrido una revoluci贸n con el COVID-19, hacia la digitalizaci贸n a pasos agigantados, esos son los sectores financiero y asegurador. La imposibilidad f铆sica de acceso a sus instalaciones y la demanda de necesidades temporales y concretas, ha supuesto que las firmas tecnol贸gicas que tienen capacidad para elaborar ofertas y presupuestos a la carta despeguen como un misil y se potencie la importancia de los algoritmos que rastrean el mercado.
Yolo es una plataforma de marca blanca del seguro que permite personalizar las ofertas de grandes corporaciones. La dualidad del modelo tradicional y el digital, va penetrando en el usuario como algo habitual, aunque la banca va por delante del sector asegurador.
En el 煤ltimo bar贸metro de Funcas, se帽alaba que los clientes cada vez utilizan la banca digital, y comparan para contratar productos y servicios, a la vez que el 42% de los encuestados estar铆an dispuestos a cambiarse a una compa帽铆a no tradicional.
El informe mundial del seguro de Capgemini del presente a帽o, se帽ala que las ofertas personalizadas y a medida son claves para captar clientes, que prefieren el trato personalizado y el asesoramiento de expertos. Con la pandemia ha aumentado el inter茅s por los seguros hospitalarios, protecci贸n de ingresos en caso de desempleo o cierres temporales de negocios, y por el contrario han descendido las de viajes y turismo.
Su target de cliente no es el tradicional, sino el que necesita puntualmente una cobertura concreta, en definitiva es como una suscripci贸n al modelo Netflix, donde con nuestros algoritmos personalizamos la oferta. La star-up italiana, cerr贸 una ronda de financiaci贸n en febrero de cinco millones de euros, y estaba negociando otra de entre 15 y 20 millones que ha quedado aplazada hasta que se normalice el mercado.
El principal accionista es el banco Intesa Sanpaolo, y en Espa帽a tiene acuerdos con Intermundial, Chubb y Ergo