El petróleo es el combustible imprescindible en nuestras vidas, pero no por ello insustituible
Existen otros recursos naturales y las nuevas tecnologías, que nos permiten albergar la esperanza de que a medio plazo éste sea sino residual, que pierda su hegemonía como combustible de referencia. Todos los posibles candidatos a sustituirlo son: Biodiesel, Etanol, Biogas, Híbridos, Hidrógeno, Eléctricos, todos sin excepción tienen sus ventajas e inconvenientes.
Hasta ahora se sigue estudiando y entendemos que la ventaja sobre los demás es aún muy pequeña por no decir nula, pero vamos a dar un salto cualitativo y cuantitativo en escaso espacio de tiempo, ya que esta epidemia ha supuesto un toque de atención serio, para las grandes corporaciones que se han visto también desbordadas y han recurrido a personas externas para llevar a cabo su plan respecto al COVID-19. Por ejemplo, hace unos meses salió a la venta uno de los primeros coches solares realmente familiares, destinados a uso cotidiano.
El nombre de este vehículo es Stella y tiene una autonomía de 600, kms, y además es posible almacenar en sus paneles solares, más energía de la que consume, y esta energía en exceso es perfectamente aprovechable para otros usos. Su aspecto no es muy normal, ni convencional, pero las prestaciones que tiene son muy buenas, aunque aún hay dudas de como funcionará en condiciones climáticas adversas, otro inconveniente es su estética que tampoco ayuda.
Una cosa tenemos clara que el desarrollo de la energía eléctrica en autos aún no es la deseada, y mucho menos el uso de energía solar, sin embargo es de todas las llamadas “limpias”, es la que ostenta la mayoría de las papeletas para que en este apartado se convierta en el sustituto del petróleo.
En estos momentos de cambios bruscos y desconocidos para nuestra sociedad, se dan las circunstancias favorables para que se modifiquen y salgan de los rincones olvidados todas esas ideas, que por intereses u otros motivos oscuros se han visto relegados a dormir el sueño de los justos.