Hay verdaderos “manitas” inform谩ticos, especialistas en “hackeo” pero cada vez dejan m谩s huellas de sus visitas
Cuando escuchamos la palabra “Hacker”, nuestra imaginaci贸n vuela y piensa en un personaje siniestro o un jovencito abducido por la inform谩tica tecleando a la velocidad de un misil sofisticadas l铆neas de c贸digos y s铆mbolos aparentemente sin sentido. Pero la realidad es que siempre no suele ser as铆.
Todos los dispositivos de seguridad son tan fuertes como su eslab贸n m谩s d茅bil y trasladado al sector inform谩tico no es una excepci贸n. En bastantes ocasiones, el eslab贸n m谩s d茅bil es el factor humano.
Esta circunstancia la conocen las聽plataformas digitales,聽 y as铆 ha sucedido en el hackeo a Roblox, una conocida y popular plataforma con m谩s de 100 millones de usuarios activos repartidos por todo el planeta que les permite a los usuarios crear sus propios videojuegos para monetizarlos o compartirlos con otros usuarios.
La sagaz maniobra que dise帽贸 ha sido confesada por el hacker al portal especializado Motherboard, a trav茅s de una entrevista realizada por chat. Para hacerse con el acceso聽 a los datos de 100 millones de usuarios, su plan consisti贸 en contactar con un empleado de alto nivel del servicio t茅cnico y decidi贸 sobornar al empleado de este servicio t茅cnico para llevar a cabo su plan.
Sin la parafernalia inform谩tica y sin despeinarse, logr贸 su acceso a la informaci贸n personal de los usuarios, modificar sus contrase帽as, deshabilitar los servicios de autenticaci贸n en dos pasos, alterar los datos personales y vender objetos.
Despu茅s de haber cometido sus fechor铆as, el hacker lo puso en conocimiento de la empresa y les reclam贸 una recompensa por haber descubierto un fallo de seguridad.Sin embargo la empresa no se mostr贸 satisfecha con el movimiento y rehusaron compensarle.
Adem谩s, decidieron notificar el problema a todos sus usuarios afectados e informaron sobre sus acciones a HackerOne, plataforma de ciberseguridad que se encarga de monitorizar este tipo de amenazas. Con lo que su plan no le sirvi贸 de mucho, aparte del soborno que tuvo que pagar a su caballo de troya, que lo desconocemos.