Solo con buscar “resolver exámenes online” son decenas los resultados que aparecen para elegir
La mayor parte de estos anuncios no pasan excesivo tiempo subidos, pero el estudiante interesado puede encontrar al suplantador que más le conviene. “Resuelvo exámenes de primaria secundaria online de ciencias y letras”. “Realizo de forma online sus exámenes, tengo experiencia”. ” Solo necesito saber la fecha y hora del examen”, se anuncia otro, y así decenas de anuncios.
Los precios oscilan en la banda de 20 a 35 euros, destacan entre ello unos franceses que dicen tener referencias en todo el país y son los más caros. También son numerosos los que dicen ser estudiantes de últimos cursos de universidad dispuestos a ayudar en las evaluaciones de bachillerato.
Para conocer el modus operandi, nos ponemos en contacto con uno de ellos, que explica que en el momento que se nos haga el test, tenemos que enviarlo y antes de que acabe el plazo nos reenvían las respuestas. Si se registran nuestros movimientos y audios en la prueba, el truco es que alguien de tu entorno se quede contigo y sea él quién interactúe con el suplantador.
Otras opciones que encontramos es la de usar “dos monitores clonados para que otra persona maneje un teclado y un ratón mientras ve el segundo monitor y tú haces el paripé”. Los hay de películas de James Bond, desde situar una tablet detrás de la webcam con toda la materia a consultar; otro es grabarte durante una hora haciendo cmo que escribes y luego emitir ese vídeo en directo durante el examen que tú te pasas consultando con toda tranquilidad.
La realidad es que la mente humana no para de discurrir, y es algo que los evaluadores no se pueden acoger ya que “si el profesor pide que se use la webcam está echando un órdago”, porque “no se puede exigir que el alumno disponga de esos medios que no figuran recogidos en la Ley de Educación. En este caso si el alumno se negara no se le podría obligar.